La necesidad de UNA nueva universidad
- Oscar Rivas
- 21 feb 2021
- 4 Min. de lectura
La necesidad de UNA nueva universidad
La totalidad de las universidades públicas, pasan desde alrededor de una década, por una transformación profunda en todo lo que respecta a infraestructura pasando por los planes de estudio, hasta el personal humano. La entrada del Banco Mundial en las mismas fue la culminación de este proceso y ahora la Universidad Pública puede ser resumida en una maquila de lo que llama el mundo empresarial “capital humano” para las necesidades de los grandes capitales, que ya de por sí tiene todo un país a su favor.
Es fácil constatar esta transformación en la educación superior que han ampliado sus capas burocráticas por encima de las capas académicas, reducción de cursos y horarios, aumento del interinazgo, un salario a la baja y una cuota de ingreso que ha sido reducida a pequeños segmentos de la sociedad y el aumento del asistencialismo, para así guardar cierta apariencia social. Reducción de la extensión con las comunidades y una investigación que se limita a “papers”, así como al robo de ideas por parte de las empresas de los esfuerzos que hace un sector del estudiantado con el engaño del emprendedurismo. Vale recalcar, la educación privada ni siquiera llega a esto, pero la universidad pública sigue los pasos y la dinámica de lo privado.
El título hace alusión a la Universidad Nacional por la necesidad de darle respuesta al último escrito de la dirección del sindicato de esta universidad, el cual, entrelíneas, hace un regaño moral a las bases porque no salen a luchar. Sin embargo, la falta de autocrítica y crítica al mismo sindicalismo es lo que tendría que ser el comienzo, entre esto la falta de propuesta y perspectiva de direcciones sindicales que parten de que el espíritu de lucha es de generación espontánea y además, sin una explicación y lucha frontal contra el modelo universitario actual y encerrándose en consignas de corte economicista y no políticas, lo cual ha llevado a la adaptación de una u otra forma a las medidas antiobreras y antipopulares que lleva la gran burguesía contra la clase trabajadora y un modelo que no responde a la sociedad en general.
Agregado a esto, no hay balance de las derrotas de las últimas huelgas y los métodos de lucha que se llevaron a cabo. Esas mismas bases que emplaza el SITUN a salir, pusieron el físico es una huelga que duró más de tres meses, donde el desgaste fue profundo y lo que prevaleció fue “el asfalto y el megáfono”, y no así, un plan de lucha escalonado y la construcción de una propuesta en asambleas democráticas de base. Es necesario un sindicalismo de base, democrático y propositivo, de lo contrario, el propio sindicalismo lo que tendrá, como ya lo tiene en el Magisterio, es la salida en grandes cantidades de sus asociados. Esto no moral es político, las bases no ven perspectiva ni espacios concretos para expresar su descontento y transformarlo en una lucha real por un nuevo modelo universitario y por qué no, ser base para la lucha por un nuevo modelo de país.
Estamos ante una coyuntura donde lo menos que puede prevalecer es una autocrítica y crítica a los métodos de lucha utilizados, a no tener un plan unitario de lucha y a dejar intacto el modelo país actual y en este caso específico del modelo universitario. La burguesía mundial ha metido al mundo en general en un momento bisagra y pone en entredicho hasta la propia humanidad, imponiendo la idílica “IV Revolución Industrial”, como última carta ideológica y práctica para mantener la ganancia y vender la idea de que el capitalismo puede tener otra época de bonanza. Esto último, imposible, porque la lógica objetiva del propio sistema es la acumulación de ganancia.
Hay que dar un paso al frente y conformar una propuesta alternativa que sea tomada por las bases y, además, discutida desde abajo. Una propuesta que vaya desde la forma de llevar a cabo las decisiones hasta la estructura económica-política de la universidad y el país. Los socialistas proponemos lo siguiente:
· Asambleas por escuela y facultad para decidir un plan de lucha escalonado. Desde la democratización de toda la información, hasta las formas de lucha que se irán implementado de acuerdo a la correlación de fuerzas y balances permanentes de las condiciones del movimiento.
· Democratización del sindicato. Decisiones tomadas desde las bases sindicales, ninguna decisión desde arriba, burocratizada. De no ser así, es necesario empezar a construir una tendencia sindical que pelee por la dirección del sindicato y tenga como principio los elementos que se han tocado a lo largo del artículo.
· Unidad de las luchas docentes, estudiantiles y comunitarias. El enemigo no es interno, se encuentra afuera y son los grandes capitales, un modelo país que responde a los mismos y las rectorías que han sido la polea de transmisión de inserción de este modelo país en las universidades.
Y luchar por una universidad:
· Totalmente gratuita y accesible. Sin pago de créditos ni examen de admisión.
· Con cero interinazgo.
· Con sedes donde se brinden todas las carreras y la juventud no vea cercenadas sus opciones de estudiar lo que deseen.
· Por más académicos y, por lo tanto, más aulas y más cupos, y menos capas de burócratas.
· Por la extensión comunitaria como principio universitario, pero no una extensión asistencialista, sino real, donde la universidad sea aquella que brinde los y las profesionales para ayudar a resolver los problemas que aquejen a la sociedad, se den alianzas públicas entre las instituciones del estado y luego se hagan asambleas en la comunidad donde se esté participando.
· Por el desarrollo del conocimiento científico y, por lo tanto, la pelea porque no se de más tecnificación, se borre la criticidad y dirijan, aún más, la universidad hacia ser maquila de los grandes capitales y su concepción esquizofrénica de la llamada “IV Revolución Industrial”.
· Por el pensamiento complejo y una práctica que lleve hacia el mismo y, por lo tanto, una universidad que apele a las “puertas abiertas” donde la comunidad este insertada en la misma, sea partícipe de su construcción y el conocimiento deje de ser inalcanzable y aterrice en el sector de la población que lo ha hecho posible, la clase trabajadora.
¡Por una educación totalmente laica, científica, gratuita, pública, a favor del desarrollo del conocimiento, a favor de la humanidad y en armonía con la naturaleza!
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