Declaración Día Internacional de los Trabajadores 2021

Este primero de mayo, conmemoramos la lucha de los Mártires de Chicago. Las razones por las cuales pelearon hasta la muerte, no solo siguen presentes, se profundizan. El agotamiento creciente del sistema capitalista hace que derechos que estaban medianamente garantizados, hoy se consideren privilegios. La pandemia ha quitado toda careta, y demostrada sin dejar lugar a ninguna duda la incapacidad que tiene la burguesía para resolver las necesidad de la humanidad.

Oportunistamente, la pandemia nos la tratan de presentar como un problema económico o sanitario, ocultando que es realmente un problema político. La burguesía tiene un único objetivo, reproducir la ganancia. Es ciega, alienada, acientífica, anacrónica. Su objetivo no cambia, ni en las peores circunstancias imaginables, como la que vivimos hoy.

En medio de una pandemia, a los que somos fuerza de trabajo, y hemos generado su riqueza, nos mandan a trabajar, irrespetando cualquier criterio científico, con el único objetivo de no afectar su capital. La cuarentena científica no fue aplicada, ni los gobiernos burgueses, ni los organismos internacionales aplicaron las medidas que el conocimiento, la ciencia y la experiencia indican. El resultado, millones de muertos.

Los socialistas no nos quedamos ahí. Tenemos que decir que la forma de producción capitalista aumenta exponencialmente la probabilidad de la aparición de este tipo de pandemias. La concentración de animales y su alteración en función de la productividad es responsable de esta pandemia y de las que vendrán.

La aplicación del neoliberalismo terminó por dar la estocada final a los sistemas de salud público, eliminando la capacidad de respuesta para fenómenos como este. La forma irracional de distribución geográfica, la concentración de capital y por consecuencia de personas en las grandes ciudades favorece la propagación de enfermedades. La propiedad intelectual hace que las vacunas generadas en tiempo récord, gracias al conocimiento generado de forma colectiva, y con grandes aportes de instituciones públicas no puedan ser producidas de forma masiva por poner primero la ganancia, antes que las vidas humanas. La misma propiedad intelectual hizo y hace que en lugar de colaborar internacionalmente para producir mejores vacunas, en menor tiempo, la compañías se dediquen a proteger los secretos que le aseguren su ganancia.

La clase trabajadora pone los muertos, los desempleados y la miseria en la pandemia. No nos afecta a todos por igual, no es un fenómeno estrictamente natural. Es un fenómeno político generado y magnificado por el agotamiento del sistema capitalista.

La izquierda no ha estado a la altura de lo que exige la realidad. Diferentes versiones del reformismo se han quedado buscando un rostro humano de la burguesía en medio de la pandemia.

No hay atajos. En este primero de mayo, la tarea más importante es construir Núcleos Socialistas Revolucionarios, que llamen a las cosas por su nombre, que propongan lo que la realidad pide a gritos, retomen la lucha por la Revolución Socialista.