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La “economía digital”*, la industria cárnica (ganadería extensiva) y la agricultura industrial: la cara del capitalismo en creciente agotamiento.

  • Foto del escritor: Oscar Rivas
    Oscar Rivas
  • 10 abr
  • 4 Min. de lectura

La “economía digital”*, la industria cárnica (ganadería extensiva) y la agricultura industrial: la cara del capitalismo en creciente agotamiento.


Mucho del discurso capitalista y otras “alternativas” está plagado de conceptos como “desarrollo tecnológico”, “modernización”, “progreso”, lo que ha puesto la discusión en términos del desarrollo de la técnica, del “avance” de la tecnología y de la automatización de tareas. Algunos marxistas también se han ubicado en estos términos y hablan desde un punto de vista abstracto del “desarrollo de las fuerzas productivas” poniendo esto como el eje del desarrollo de la humanidad. Sin embargo, este discurso borra por completo la relación ser humano-naturaleza y sigue poniendo el acento del bienestar social en el desarrollo de las máquinas.


¿Dónde queda lo ecológico? ¿Dónde está el acercamiento a entender los ciclos materiales? ¿No sé está dando un fetichismo de la mercancía a ultranza? En los planteos anteriores no hay discusión alguna sobre la actividad o relación humana respecto al medio y parece ser que, por ejemplo, la IA, hace posible que se borre aún más esto, porque no es posible ver el origen de la mercancía. Detrás de toda la implementación de estas tecnologías está la destrucción de tierras, el uso excesivo de agua y la sobreexplotación, ni que decir si vamos más allá, cuando se está utilizando para control general, para un genocidio en curso sobre el pueblo Palestino y para la preparación de una guerra mundial.


Sin embargo, todo lo que rodea la “economía digital” no está sola como actividad que destruye al ser humano y la naturaleza, antes de esta ya se estaban y se están desarrollando actividades que despedazan bosques enteros, envenenan a la población, hacen que proliferen virus y bacterias, haya contaminación de aguas y se tengan suelos estériles estas actividades tienen nombre y apellidos: la industria cárnica (ganadería extensiva) y la agricultura industrial.


Todas estas actividades tienen en común que son presentadas como “progreso” y “desarrollo tecnológico”, sin embargo, presentan todo lo contrario a un acercamiento a la naturaleza y son actividades desarrolladas dentro del capitalismo decadente y que lejos de ser reivindicativas son actividades que muestra la alienación de la especie humana respecto a los ciclos materiales y al entendimiento de sus propias creaciones.


Este artículo quiere poner el acento en esto último, no es solo la destrucción que generan este tipo de actividades “productivas”, es que su origen es ya de por sí una muestra del alejamiento del comprender las leyes materiales, el comportamiento de la materia. Por lo tanto, llevan consigo, al decir de Marx, a la destrucción de las dos fuentes de riqueza: la naturaleza y el ser humano.


No todas las actividades pueden ser reivindicadas, y si bien, es sabido que la propia lógica capitalista lleva de por sí al rompimiento con el metabolismo natural, estas son producto de la hiperalienación de la especie humana en la etapa contrarrevolucionaria y decadente del sistema capitalista. Además, ampliando lo dicho anteriormente, ubica la discusión y el planteo de “progreso” en el desarrollo de las máquinas y la tecnología, y no en el poder tener actividades que lleven consigo el insertarse en la naturaleza haciendo consciente los ciclos ecológicos. El caso de la “economía digital” o “economía de datos”, podrían buscarse los métodos para hacerla menos contaminante, sin embargo, su carácter universal hace que esto sea imposible.


Aquí entra otra discusión: ¿Qué es realmente el desarrollo tecnológico? Si se sigue el materialismo dialéctico, saber que los límites de la materia son los límites humanos, contar con que la alienación es la lejanía con lo que somos (naturaleza-materia), se tiene que dar con un concepto más amplio o volcar totalmente el que se tiene actualmente de “desarrollo tecnológico”. Hay desarrollo tecnológico en la medida en que la conciencia humana se acerca a comprender que es materia, no cuando se da todo lo contrario y exacerba la idea burguesa de control sobre la naturaleza; bastante esquizofrénica por cierto.


Acá utilizo un ejemplo que se da entre la agricultura orgánica y la agricultura industrial, mientras la segunda tiene máquinas y “alta tecnología”, la primera reivindica el oficio campesino, pero lo complejiza con desarrollo de técnicas que han hecho posible “tener un bosque en un estañón” con la reproducción de microorganismos de montaña por ejemplo. Es decir, es posible re-reproducir vida a bajo impacto, con los mínimos costos y para una práctica que se acerca al concepto de “praxis” donde la teoría parte de la necesidad del establecimiento de una práctica armoniosa con la naturaleza y en la práctica se utilizan las herramientas para llevar esto acabo.

Lo que se pretende plantear, por lo tanto, es que no solo es la propia dinámica del capital la que está llevando a una destrucción ecológica sin precedentes, hay actividades que vienen de esto mismo, de esa lógica alejada totalmente de la posibilidad de sobrevivencia de la especie al tanto ni siquiera acercarse a comprender los límites materiales.


Por eso no hay punto medio entre agricultura orgánica y agricultura industrial, son antagonistas desde su origen. Unos dirán que la primera está “atrasada”, claro, lo está si se parte de los mismos conceptos burgueses, pero hay más avance científico en un estañón que contiene un bosque que en una gran máquina que deja estéril el suelo o en síntesis químicas hechas en laboratorio para matar cualquier cosa en movimiento.


El materialismo dialéctico es el posicionamiento que rompe con el fetiche de la mercancía y va a su origen, parte de los límites materiales y supera el cientificismo burgués. No puede haber desarrollo tecnológico cuando no se entiende la vida y se le destruye, no son comparables los avances en la física cuántica, avances en la biología molecular con supuestos “desarrollos tecnológicos” que le pasan por encima a la vida desde lo micro hasta lo macro, una cosa en el conocimiento científico y otra lo que se presenta como este. No hay desarrollo del conocimiento, ni acercamiento a la materia si lo que se estima como avance científico es aquello que desde un principio socava las bases materiales, se aleja de la ecología y sigue el tren del capitalismo en su etapa de creciente agotamiento y decadencia.


*Economía digital: se hace referencia a toda la actividad que engloba la automatización, la IA, el procesamiento de datos, etc.

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